He dedicado mucho tiempo de mi día a día a hacer que mi mente sea un lugar bonito que me guste habitar. De lo que más me ha ayudado es hacer journaling.
Cuando me siento a hacer journaling (escritura introspectiva), platico conmigo, me tomo el tiempo de escuchar mis sentimientos y mis pensamientos. Es un momento en el que no trato de huir de ellos, ni de negarlos o silenciarlos. Escucho mis sentimientos, escucho mis pensamientos, me veo.
Tratar de evitarlos abruma, escucharlos da paz.
Me he dado cuenta de que a veces solo necesito este tiempo para reconocer que necesito un abrazo, y aunque un abrazo de alguien que quiero, ayuda, he aprendido que la mayoría de las veces el primer abrazo que necesito, es el mío.
Hacer journaling me ha ayudado a poder percibir con claridad lo que pasa dentro de mí y así entiendo por qué actúo como actúo: porque pospongo escribir mi libro, porque me enojo cuando en la sobremesa hablamos sobre algún tema, porque me emocionó una frase que alguien dijo o porque me emocionó el papel del personaje de la película que acabo de ver, qué creencias tengo que en lugar de expandirme me están limitando…haciendo journaling me observo, sin juzgarme.
Me abrazo y es cuando me abrazo que mi camino se vuelve claro. Dejo ir lo que ya no necesito, dejo ir lo que me limita, creo en mí y me expando. Me vuelvo la persona que esta siempre de mi lado, con la que puedo contar.
Sin embargo, mi mente es sensible y ya me he dado cuenta de que cuando la sobrecargo de información, se apaga. Las ideas, la emoción, la creatividad, las ganas, se apagan. Por eso, hoy he decidido empezar mi día diferente. Empecé haciendo journaling y escribí:
Hoy quiero cuidar mi mente ¿Cómo puedo cuidarla para sentirme bien hoy?
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Haciendo journaling: empieza el día escribiendo cómo te quieres sentir hoy y en qué quieres enfocar tu mente, puede ser en algún proyecto, en alguna actividad o idea, o puedes elegir enfocarla en el presente. En lo que sea que elijas enfocarla, que sea un acto consciente.
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Posponiendo ver el celular en la mañana: antes de ver el celular en la mañana, respira profundo, haz journaling, toma agua y tiende tu cama.
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Nutriendo tu cuerpo con comida que te alimenta
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Nutriendo tu mente. Puedes nutrirla con silencio, música nutritiva, journaling, yoga, meditaciones, información seleccionada, conversaciones sinceras e inspiradoras, etc.
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Al final del día haz journaling (dibuja o escribe) como forma de meditación para estar presente, conectar contigo, y despejar tu mente para dormir bien.
Ejercicio de journaling
Cuidar mi mente es una elección diaria y me ha sorprendido que reconocer lo brillante que es mi mente, es lo que más me motiva a cuidarla.
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¿Cuál es tu percepción de tu mente?
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¿Qué adjetivos utilizarías para describir tu mente?
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Desde una postura más amable ¿Cómo dirías que es tu mente?
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Y si tu mente fuera un lugar que te da gusto y paz habitar ¿Cómo sería?
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Escríbelo en tu libreta que te inspira
Si quieres profundizar en tu autoconocimiento, autenticidad y amor propio, te recomendamos los talleres de journaling de Giraluna
Gracias por leerme,
Carla